Cuando me vaya, sea ésta mi palabra última: que lo que he visto no puede ser
mejor.
Gusté la miel oculta de este loto que se abre en el océano de la luz, y así
fui bendito. Sea esta mi última palabra.
He jugado en esta casa de juguetes de formas infinitas; y vislumbré,
jugando, a aquel que no tiene forma.
Mi cuerpo entero ha vibrado al contacto de aquel que es intangible. Si aquí
debe ser el fin, sea. Esta es mi última palabra.
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