martes, 31 de mayo de 2011

El Jerry y su mamá

miércoles, 25 de mayo de 2011

Aves

martes, 24 de mayo de 2011

El poema del miercoles: Ojos verdes




OJOS VERDES

I

Apoyá en er quisio de la mansebía
miraba ensenderse la noche de mayo;
pasaban los hombres y yo sonreía
hasta que a mi puerta paraste el caballo.
«Serrana, ¿me das candela?»
Y yo te dije: «Gaché,
ven y tómala en mis labios
que yo fuego te daré».
Dejaste er caballo
y lumbre te di,
y fueron dos verdes luceros de mayo
tus ojos pa mí.

Ojos verdes, verdes como la albahaca.
Verdes como el trigo verde
y el verde, verde limón.
Ojos verdes, verdes, con brillo de faca,
que están clavaítos en mi corazón.
Pa mí ya no hay soles, luceros ni luna,
no hay más que unos ojos que mi vía son.
Ojos verdes, verdes como la albahaca.
Verdes como el trigo verde
y el verde, verde limón.

II

Vimos desde el cuarto despertar el día
y sonar el alba en la Torre la Vela.
Dejaste mis brazos cuando amanecía
y en mi boca un gusto de menta y canela.
«Serrana, para un vestío
yo te quiero regalá».
Yo te dije: «Estás cumplío,
no me tienes que dar na».
Subiste ar caballo,
te fuiste de mí
y nunca una noche
más bella de mayo
he vuelto a viví.

Ojos verdes, verdes como la albahaca.
Verdes como el trigo verde
y el verde, verde limón.
Ojos verdes, verdes, con brillo de faca,
que están clavaítos en mi corazón.
Pa mí ya no hay soles, luceros ni luna,
no hay más que unos ojos que mi vía son.
Ojos verdes, verdes como la albahaca.
Verdes como el trigo verde
y el verde, verde limón.

Tornado

Manos




Son las manos de una mujer, una mujer anónima, pero me dicen mucho de ella.
Ha vivido mucho, ha sufrido y trabajado mucho también, es muy humilde, resignada.
Espera en paz su futuro por duro que sea.
Esas manos humildes las admiro por todo lo que me dicen, por lo fuerte que debe ser la mujer que las posee, por las pruebas que ha debido de pasar , ganando o perdiéndolas , pero las ha sufrido.
Y yo nunca estoy contenta, ! vaya tela conmigo!

domingo, 22 de mayo de 2011

El cuento número Trece





Mi hija es más entusiasta de los libros que yo.
La verdad, es que fuí yo misma quién le inculcó el amor que ambas sentimos hacia ellos. Pero ella me ha superado con creces.
Así que fué ella la que me habló del -- El cuento número Trece-- insistió en que lo leyera, más bien me presionó a hacerlo, pues cada día me preguntaba si habia empezado a leerlo.
Así, para que me dejara tranquila, empecé la tarea.
Al principio me identifiqué un poco con la protagonista por el amor que sentía hacia los libros , y también sentí una punzada de envidia por no tener la accesibilidad que podía tener ella a esos objetos que para mí son verdaderos tesoros.
Pero la historia, no trata precisamente de libros, libros, libros.
Es una historia de intriga, en la que muy pronto te ves sumergida , deliciosa en su lectura, y pasas las páginas deseando saber más sobre lo que pudo ocurrir a sus protagonistas.
La señora Winter, una famosa novelista, pide ayuda a la protagonista , para contar su misterioso pasado.
El cuento número Trece es una historia sobre una historia oculta.
Libros así son los que nos hacen amar la lectura, lo recomiendo a todo aquel que pueda encontrar mis comentarios en este modesto blog.

viernes, 20 de mayo de 2011

La cita del viernes; Juvenal



Quien espera que los demás le hagan feliz no lo será jamás.
Pero sí lo será quien procure hacer feliz a los demás.

jueves, 19 de mayo de 2011

El cofre del Cid

lunes, 16 de mayo de 2011

Naturaleza

El poema del miercoles: Amante



AMANTE

Lo que yo no quiero
es darte palabras de ensueño,
ni propagar imagen con mis labios
en tu frente, ni con mi beso.
La punta de tu dedo,
con tu uña rosa, para mi gesto
tomo, y, en el aire hecho,
te la devuelvo.
De tu almohada, la gracia y el hueco.
Y el calor de tus ojos, ajenos.
Y la luz de tus pechos
secretos.
Como la luna en primavera,
una ventana
nos da amarilla lumbre. Y un estrecho
latir
parece que refluye a ti de mí.
No es eso. No será. Tu sentido verdadero
me lo ha dado ya el resto,
el bonito secreto,
el graciosillo hoyuelo,
la linda comisura
y el mañanero
desperezo.

Vicente Aleixandre

domingo, 15 de mayo de 2011

Raices




Esta es una fotografía de Dmitri Kessel en la que se refleja una escena hogareña en un pueblito de Granada, en ella se ve cosiendo a una mujer.
Pero cuando la miro me pregunto si es posible que por mis venas corra su misma sangre, mis antepasados vivieron de la misma forma, mi abuela nació también en una de esas bellas cuevas , en un pueblito llamado Freila y yo me siento muy orgullosa de pertenecer a una familia humilde pero sé que digna , y levanto muy alta la cabeza cuando explico mis raices.

Nadie lo ha oido





Nadie lo ha oido es la segunda novela que he leído de esta escritora recién descubierta para mí.
La historia se desarrolla en los mismos escenarios que la primera y con los mismos protagonistas ( excepto los muertos, claro, que como podéis suponer siempre son distintos).
Entre los personajes que ya conocemos por el primer libro, surge un nuevo reto.
Podemos pensar : si, claro, otra nueva "batallita " por el estilo, pero en el fondo lo mismo .
Pues sí, otra nueva historia, pero no por ello deja de ser muy muy interesante.
Como ya conocemos a la mayoría de los integrantes en la trama, pues nos cuesta menos adentrarnos nosotros mismos en la historia, querer ser uno de ellos entre los que investigan y a veces hasta querer que se oiga nuestra opinión.
La verdad, es que este segundo libro me supo a poco, me apetece seguir leyendo nuevas historias de Mari Jungstedt así que voy a ir en busca del tercer libros y los demás que pueda encontrar de ella.
Sólo quiero deciros una cosa: disfrutad de su lectura.

viernes, 13 de mayo de 2011

La cita del viernes; Joaquin Sabina




Porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan nunca mueren.

jueves, 12 de mayo de 2011

Margaritas

miércoles, 11 de mayo de 2011

El poema del miercoles: A Manuel Machado





A MANUEL MACHADO

Porque se llama Manuel
y Machado se apellida,
en su verso Muerte y Vida
juegan partida y nivel.

¿Quién vence? Tablas. Y él,
banderillero de Apolo,
supo, cantó y está solo:
ese poeta chapado
que se apellida Machado
y le llamaban Manolo.

Gerardo Diego

martes, 10 de mayo de 2011

domingo, 8 de mayo de 2011

Josephine Baker



Josephine Baker nació en 1906 en Missouri, Estados Unidos. Fue bailarina afroamericana y cantante de espectáculos de variedades y de cabaret, luchadora contra la discriminación racial y filántropa.

Después de tres fallidos matrimonios, se casó con el director de orquesta Joe Bouillon. Con gran espíritu filantrópico decidió adoptar a doce niños de distintas etnias: los llamaba "la tribu del arcoiris". Con ellos viajó a Estados Unidos con la intención de luchar por la integración racial. La Asociación Nacional para el Avance de la Gente de Color (NAACP) eligió el 20 de mayo como el día de Josephine Baker por sus esfuerzos.




jueves, 5 de mayo de 2011

La cita del viernes; Buda




No hay ningún camino que conduzca a la felicidad, la felicidad es el camino.

La caja de las muñecas





martes, 3 de mayo de 2011

El poema del miercoles: Profecía




PROFECÍA

«Y me bendijo a mi mare;
y me bendijo a mi mare.
Diez séntimos le di a un pobre
y me bendijo a mi mare.
¡Ay! qué limosna tan chiquita,
qué recompensa tan grande.
¡Qué limosna tan chiquita,
qué recompensa tan grande!»

¿A dónde vas tan deprisa
sin desirme ni ¡con Dió!?
Me puedes mirá de frente,
que estoy enterao de tó.
Me lo contaron ayer
las lenguas de doble filo,
que te casaste hase un mé
y me quedé tan tranquilo.
Otro cualquiera en mi caso,
se hubiera echao a llorá,
yo, crusándome de brasos
dije que me daba iguá.
Y ná de pegarme un tiro
ni liarme a mardisiones
ni apedrear con suspiros
los vidrios de tus barcones.
¿Que t'has casao? ¡Buena suerte!
Vive sien años contenta
y a la hora de la muerte,
Dios no te lo tenga en cuenta.
Que si al pie de los artares
mi nombre se te borró,
por la gloria de mi mare
que no te guardo rencor.
Porque sin sé tu marío,
ni tu novio, ni tu amante,
yo fui quien más t'ha querío,
con eso tengo bastante.

* * *

—¿Qué tiene er niño, Malena?
Anda como trastornao,
tié la carilla de pena
y el colorsillo quebrao.
Y ya no juega a la tropa,
ni tira piedras al río,
ni se destrosa la ropa
subiéndose a coger níos.
¿No te parese a ti extraño,
no ves una cosa rara
que un chaval de dose años
lleve tan triste la cara?
Mira que soy perro viejo
y estás demasiao tranquila.
¿Quieres que te dé un consejo?
Vigilia, mujé, ¡vigila!

Y fueron dos sentinela
los ojitos de mi mare.
—Cuando sale de la escuela
se va pa los olivare.
—Y ¿qué busca allí? —Una niña,
tendrá el mismo tiempo que él.
José Migué, no le riñas,
que está empesando a queré.
Mi pare ensendió un pitillo,
se enteró bien de tu nombre,
te regaló unos sarsillos
y a mí un pantalón de hombre.

Yo no te dije «te adoro»
pero amarré en tu barcón
mi laso de seda y oro
de primera comunión.
Y tú, fina y orgullosa,
me ofresiste en recompensa
dos sintas color de rosa
que engalanaban tus trensas.
—Voy a misa con mis primos.
—Bueno, te veré en la hermita.
Y qué serios nos pusimos
al darte el agua bendita.
Mas luego en el campanario,
cuando rompimos a hablar:
—Dise mi tita Rosario
que la sigüeña es sagrá,
y el colorín, y la fuente,
y las flores, y el rosío,
y aquel torito valiente
que está bebiendo en el río;
y el bronse de esta campana,
y el romero de los montes,
y aquella línea lejana
que la llaman... ¡horisonte!
¡Todo es sagrao: tierra y sielo
porque así lo quiso Dió!
¿Qué te gusta más? —Tu pelo.
¡Qué bonito me salió!
—Pues, ¿y tu boca, y tus brasos,
y tus manos reonditas,
y tus pies fingiendo el paso
de las palomas suritas?
Con la puresa de un copo
de nieve te comparé;
te revestí de piropos
de la cabesa a los pié.
A la vuerta te hise un ramo
de pitiminí,presioso
y a luego nos retratamos
en las agüitas de un poso.
Y hablando de estas pamplinas
que inventan las criaturas,
llegamos hasta tu esquina
cogíos por la sintura.
Yo te pregunté: —¿En qué piensas?
Tú dijiste: —En darte un beso.
Y yo sentí una vergüensa
que me caló hasta los huesos.
De noche, muertos de luna,
nos vimos por la ventana.
—¡Chssss! Mi hermaniyo está en la cuna,
le estoy cantando la nana.

«Quítate de la esquina,
chiquillo loco,
que mi mare no quiere
ni yo tampoco».

Y mientras que tú cantabas
yo, inosente me pensé
que nos casaba la luna
como a marío y mujé.

¡Pamplinas! ¡Figurasiones
que se inventan los chavales!
Después la vida se impone:
tanto tienes, tanto vales;
por eso, yo al enterarme
que llevas un mes casá,
no dije que iba a matarme,
sino que me daba iguá.
Mas como es rico tu dueño,
te vendo esta profesía:
tú, por la noche, entre sueños
soñarás que me querías,
y recordarás la tarde
que mi boca te besó
y te llamarás «¡cobarde!»
como te lo llamo yo.
Y verás, sueña que sueña,
que me morí siendo chico
y se llevó la sigüeña
mi corasón en su pico.
Pensarás: «no es sierto ná,
yo sé que lo estoy soñando»;
pero allá en la madrugá
te despertarás llorando,
por el que no es tu marío,
ni tu novio, ni tu amante,
sino el que más te ha querío.
Con eso tengo bastante.
Por lo demás, tó se orvía.
Verás cómo Dios te manda
un hijo como una estrella;
avísame de seguía,
me servirá de alegría
cantarle la nana aquella:

«Quítate de la esquina,
chiquillo loco,
que mi mare no quiere
ni yo tampoco».

Pensarás: «no es sierto ná,
yo sé que lo estoy soñando».
Pero allá en la madrugá
te despertarás llorando.

Porque sin sé tu marío,
ni tu novio, ni tu amante,
yo soy... quien más t'ha querío...
¡Con eso tengo bastante!

- Rafael de León

El Gran Canyon de Arizona

lunes, 2 de mayo de 2011

Audrey Hepburn



Audrey Hepburn nació el 4 de mayo de 1929 en Belgica , y murió el 20 de enero de 1993 en Suiza.
Fué una gran estrella cinematográfica, cosechando infinidad de éxitos, trabajó con los mejores actores , y fué el icono para grandes firmas.
Su nombre siempre estará unido a la joyeria Tiffanys, y a su modista preferido Givenchy gran amigo suyo.
Pero lo más importante para mí fué su estilo, sencillo y poco sofisticado .
No se sentía una gran diva, simplemente una mujer sencilla.

Su trabajo para UNICEF

Una de las cosas que más destacaron en sus últimos años fue la dedicación, por encima de su salud, a las causas del sida o la malnutrición de los niños en todo el mundo. En 1993, tres meses antes de su muerte y ya desahuciada, Audrey hizo su último viaje a Somalia, un acto que siempre fue muy agradecido por UNICEF y que engrandecía aún más su ya sencilla y humana forma de entender la vida. A través de esta organización, Hepburn dedicó el resto de su vida a ayudar a los niños necesitados en los países más pobres. En UNICEF todavía recuerdan su dedicación y entrega a la causa, que databa desde el año 1955 y que, poco a poco, fue ganando peso en su vida. Cabe destacar su estatua en la sede UNICEF de Nueva York, inaugurada en el año 2000.