sábado, 5 de noviembre de 2011

No tuve tiempo

El tiempo transcurre lentamente para los que se aburren, elude a los dinámicos, vuela para los jóvenes y, para los ancianos se agota.
Anhelamos disponer de tiempo; lo maldecimos; solemos matarlo; abusamos de él. Pero ¿ es el tiempo un amigo?  ¿ O acaso un enemigo?
Es poco lo que sabemos del tiempo. Para conocerlo, para apreciar su potencialidad, deberíamos quizá observarlo a través de un filtro, el filtro de los recuerdos.
Cuando yo era niña, un día mamá me prometió leerme un cuento. Pero se vió obligada a limpiar el cuarto de baño, así que no tuvo tiempo.
Cuando yo era niña, mi padre me prometió ir al colegio para verme interpretar un papel en escena. Pero aquel mismo día papá quedó con el mecánico para que revisara el motor de su automóvil; la cosa tardó más de lo que pensaba, y no tuvo tiempo para ir a verme.
Cuando yo era niña. mis abuelos iban a venir por Navidad para ver la cara que ponía al contemplar mi primera bicicleta, pero la abuela no sabía a quién encargar que diera de comer a los perros, y al abuelo le molestaba el clima frío; además, no tenían tiempo.
Cuando yo era mayor, papá y yo convinimos en ir a pescar juntos un fín de semana. Pensamos montar una tienda de campaña y freír, con cabeza y todo, los peces que cogiéramos. A última hora, sin embargo, papá tuvo que abonar el jardín y no tuvo tiempo.
Cuando yo era mayor, toda mi familia estaba constantemente hablando de reunirse para hacernos una foto; la utilizaríamos como christmas. Pero mi hermano iba a entrenarse, mi hermana llevaba los rulos puestos, papá estaba ente el televisor viendo un partido de fútbol, y mamá tenía que pasar la bayeta al suelo de la cocina. Así pues, no tuvimos tiempo.
Cuando, ya adulta, me disponía a abandonar el hogar familiar para contraer matrimonio, me hubiera gustado charlar con papá y mamá un buen rato para hablarles del cariño que les tenía y asegurarles que les echaría mucho de menos. Pero Hank ( mi padrino de boda y hombre amigo de las bromas) estaba ya a la puerta de casa haciendo sonar el claxon del automovil, de manera que no tuve tiempo.

¿Ponemos las cosas importantes en primer lugar?.
 
                                      Readers Digest.

No hay comentarios: