martes, 16 de septiembre de 2008

Vuelta a casa



Estaba equivocada, lo reconozco y me alegro . Mi hija me dice que yo solo disfruto cuando sufro y padezco, yo creo que no, pero lo cierto es que cuando me siento así es cuando necesito expresar mis sentimientos ¿ Porqué será que cuando nos sentimos dichosos los exteriorizamos de distinta manera? ( al menos a mí me pasa) hago bromas, rio, y no sé , quizá haga algo más , lo cierto es que soy muy pesimista

Pero, antes de lo que yo podía imaginar he recibido respuesta a la entrada anterior en este blog ( lo cierto es que escribo porque es la forma que tengo de expresar mis íntimos pensamientos) pero, desde luego no lo hago con ánimo de que TODO el mundo me conteste , ni mucho menos, en realidad me sorprende cuando encuentro un comentario ( excepto el de mi hija, claro) , pero aún así cuando leo sus palabras casi siempre acabo emocionandome, qué le voy a hacer, tengo pasión por ellas dos y mi nieta

En sus palabras, (como casi siempre) me hace ver lo equivocada que estoy, mi sueño era tener una familia numerosa, mi casa llena de mis descendientes alborotando y llenándola de vida. No es así, pero me ha hecho ver el hogar que yo no veía, el hogar que SI he creado, el amor en el que se arropan cuando sienten frío, cuando están nerviosas, con quien pueden desahogarse, con quien pueden ser ellas mismas, y , ese amor que a pesar de la distancia siempre es el mismo, inmenso, y que gracias al telefono podemos decirnos incansablemente TE QUIERO, a pesar de los muchos kilómetros que nos separen

Y para corroborar lo dicho, hablo esta mañana con mi otra hija, cosas intrascentales, y a la tarde, mientras estaba trabajando , en un momento de descanso, ha vuelto a llamarme, para sentirse acunada en mis brazos. Me da miedo pensar siquiera lo dichosa que soy, Sí he creado un hogar

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