martes, 12 de octubre de 2010

Conversación telefonica




Esta semana tuve una agradable llamada telefonica. Era mi nieta, me llamaba como siempre, solo para charlar, pero al cabo de un rato me preguntó:
-Yaya, ¿sabes quién ha venido?
-Pues ... no sé. ¿quién?
-El amor de tu vida.
-¿ Que has visto al yayo? ( Hace tres años que murió , pero sigue comunicandose con él porque sabe que aunque no esté aquí con nosotros nunca dejará de estarlo).
-No, yaya el yayo no, digo el amor de tu vida.
-????????? ¿ El Serrat?.
-Claro yaya ¿ quién pensabas?
-Bueno... qué se yo, como soy tan despistada.
-Dile que me espere que voy corriendo.
-Pero si ahora no puedes porque ya no tendrás trenes.
-Pero yo tengo que verle.
-Pues tendrás que esperar hasta el fin de semana.
-Cuantos dias se quedará?
-Dice que va a quedarse una temporada en casa.
-!!!! Ay!!!! pero yo no puedo esperar, tengo que verle.
-¿Quieres que se ponga al telefono?
-!!!Claro!!!!
-Serrat, dile algo a la yaya.
(Ana poniendo una voz ronca y grave).
-¿ Con quién hablo?.
-¿ Serrat? hay tengo que verte, soy la yaya de Ana.
-No sé... tengo mucho trabajo.
-Ya.. pero yo tengo que verte, siempre he querido conocerte.
-Pero me voy dentro de unos dias.
-Bueno pues yo voy corriendo. Eres tan guapo.
¿ Quieres ser mi novio?
-No puedo soy muy mayor.
-Da igual yo también.
En esos momentos se oyó un estrépito y gritos.
El teléfono se cortó.
Yo llamé rapidamente.
-¿ Qué ha pasado? ¿ Cómo está Serrat?
- Es que han venido unos monstruos que han salido del ordenador y nos han atacado.
-¿ Pero estáis bien?
Sin contestar oigo a Ana que dice : Serrat, Serrat, vive, respira.
-¿ Qué le pasa al amor de mi vida?
-Creo que se ha muerto.
-Ay Dios mio, no puede ser , no, no.
-Espera, creo que revive.
-Si, si revive ¿ estás mareado?. Bueno, lo siento pero tengo que meterte en la cuna porque aquí en el suelo no puedes estar porque la mama se enfada.
-¿Pero quién os ha atacado?
- Unos monstruos que son como los virus pero que a veces cuando las niñas están distraidas salen por la pantalla y nos atacan, suerte que he podido luchar con ellos, aunque estoy muy cansada de tanta lucha.
-¿ Qué dices Serrat? ¿ Que tienes que irte? Bueno pues ahora no puedes porque ya no hay trenes, y además quién te llevaría a la estación? porque la mama está haciendo la cena.
- Bueno, pues que me lleve la mama en el coche.
Se oye a Nuria, mi hija:
A mi, dejame tranquila, que yo no llevo a nadie a ningún sitio.
Mama, dice que te dará 100 euros.
Ah, vale , pues entonces le llevo.
La conversación se terminó porque mi hija les llamó para cenar ( a Ana y a Serrat).
Hoy, me comentaba mi hija que Ana estuvo el día siguiente preguntándole continuamente si la yaya se habría creído la broma que le había gastado con Serrat, porque pensaba que yo estaba convencidísima de la visita

1 comentario:

ali dijo...

Que risa, tu nieta!
Me alegro tanto de que lo paseis tan bien juntas!