domingo, 13 de marzo de 2011

CARLA




El día 1 de Enero, a las 10 y media de la mañana me llamaron por telefono, yo creía que era una de mis hijas para despertarme para que tuviera ocasión de ver al menos el final del concierto de Año Nuevo que me encanta verlo cada año.
Pero no, era mi nieta Ana, con su preciosa voz de nueve años me decía " yaya, la mama ha roto aguas", poneos en mi lugar, empezaron los nervios, los preparativos para trasladarme hasta El Vendrell que era adonde iba a dar a luz, tenía que vestirme, desayunar , avisar a mi otra hija, para postres tuve un par de llamadas telefónicas que no tenían ni idea del acontecimiento, y por fín , después de enterarme de que estación salía el tren, me dirigí hacia allí.
Este año , la comida de Año Nuevo que siempre deseamos que sea muy especial, la verdad , que yo conseguí que lo fuera, me compré un pequeño bocadillo en la estación y un botellín de agua, y en el tren, de camino a recibir parte de mi futuro, tuve la comida más especial de este año.
Cuando salían del quirófano madre e hija, abracé a mi niña pequeña y con un tierno beso le dí las gracias por tan maravilloso regalo que me había concedido.
Carla me recibió con sus ojos abiertos dispuesta a descubrir todas las maravillas de este mundo.
Es una niña tranquila, aunque , eso sí, cuando tiene hambre mejor estar por ella y dejarla bien saciada, pero después de esos momentos de pánico que me entran en particular a mí, es una niña tranquila, sonriente, observadora, y qué queréis que os diga, si hasta me ha parecido que ha dicho yaya ( bueno.... será que no, pero a mi me ha parecido).
Los que tenéis nietos sabéis de que os hablo, cuando tienes un hijo le quieres con todo el alma, no puedes querer más a nadie de esa forma, pero después tienes otro y vuelves a quererle con toda el alma de nuevo, y después cuando vienen los nietos, piensas, bueno, esto ya será de otra forma, soy más sensata, soy más mayor, no son mis hijos, no les veo tanto como quisiera, así que el cariño tiene que ser distinto.
Pues no sé que deciros, mis hijas me tienen loquita, las adoro como vosotros podéis adorar a los vuestros, pero mis nietas me tienen embelesada, igual que vosotros con los vuestros ¿ no es cierto?.
¿ O quizá a mí me tendrán que nombrar la adoradora especial de mi familia?.
Este año he empezado siendo una mujer muy afortunada.

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