viernes, 5 de agosto de 2011

Como tornar un rol pequeño en importante





Un alto ejecutivo de empresa se hallaba en un viaje de negocios en Tokio.
Al finalizar todas sus reuniones, se dirigió a un centro comercial para comprarles chocolates y regalos a su empleados, como una forma de compartir el éxito con ellos.

Al entrar en el centro comercial, una diminuta dama le regaló una cálida sonrisa y le dio la bienvenida; esto lo tocó mucho y se sintió bien, no pudiendo olvidar la calidez en su sonrisa. Mientras compraba se fijaba en ella; daba la misma sonrisa a todos los clientes que entraban al centro comercial.
Comenzó a preguntarse si alguna vez se sentiría cansada de hacer lo mismo una y otra vez, así que se encaminó hacia ella y le preguntó:
- Mi querida dama, ¿ no está usted cansada de hacer este trabajo y cuánto tiempo ha estado haciéndolo?.

La dama sonrió y dijo:
No, señor, yo he estado trabajando aquí por los últimos 10 años y me gusta mi trabajo.

El ejecutivo quedó anonadado y preguntó:
¿Cómo es que ha estado haciendo esto por 10 años y por qué le gusta su trabajo?.

La dama sonrió de nuevo y dijo:
Señor, es porque así sirvo a mi país.

Esto le pareció un tanto divertido al ejecutivo. Él dijo: ¿Sives a tu país sonriendo?.

La diminuta dama dijo: Sí, señor, yo sonrío y todos los clientes que llegan al centro se sienten felices y relajados. Compran más, mi jefe está feliz y me paga más. Y como me paga más, puedo atender a mi familia. Y ya que puedo atender a mi familia, ellos están felices. Cuando los clientes nos compran, la demanda de los productos aumenta y, al hacerlo, hay más fábricas. Y cuando hay más fábricas, hay más empleos. Y cuando hay más empleos, la gente en el país está feliz.

Como la mayoría de nuestros clientes son extranjeros, hay entrada de divisas. Ya que hay entrada de divisas, nuestro país tiene mucho dinero y se vuelve más rico cada día. Y gente como usted, contenta con nuestro servicio, visita nuestro país más a menudo y, a veces, también le contará a su familia y amigos. Mi país consigue más visitantes, más dinero, más empleos y más gente feliz. Así es como sirvo a mi país.

Sorprendido con su actitud, el ejecutivo le dio las gracias y egresó a su país. Trabajó duro para incorporar la misma actitud entre sus empleados y hoy, su compañía es una de las mejores en el mundo.






A veces algunos trabajos parecen irrelevantes en comparación con otros, sin embargo, cuando cada uno comprende que su trabajo es una parte de un largo proceso, como un eslabón de una larga cadena, entonces podemos descubrir que aunque pequeño, si un eslabón es débil, toda la cadena se puede cortar por allí, si por el contrario, cada eslabón es fuerte, la cadena completa lo es. Si cada uno cumple con su trabajo en forma correcta, estamos contribuyendo en forma real y efectiva a mejorar la Institución y el País.

Autor: Leonardo Santelices

1 comentario:

Tamara dijo...

Que razón tienes, si todos hicieramos bien nuestro trabajo, contribuiríamos a mejorar el país. Pena que existan personas que piensen que hay categorías de trabajos, los que existen para nada, pero que son necesarios, y los que de verdad levantan el país, pero serían muy fácilmente relevables.

Un beso.

http://tamaravillanueva.blogspot.com/