martes, 30 de agosto de 2011

Vuelta al trabajo








Este año he tenido unas vacaciones partidas, mitad en julio y mitad en agosto, ya se acabaron y vuelta a empezar.
Pero han sido unos días plenos, he estado en casa de mi hija con mis dos nietas.
He salido completamente de mi rutina, eso me ha trastocado un poco porque me siento muy cómoda en ella. Pero.. qué placer, me he acercado más a mi hija, hemos tenido ratitos en los que hemos podido hablar, planear y soñar juntas.


Carla: mi princesa, también hemos compartido muchas cosas, estirones de pelo, papillas esparcidas por la ropa, muchíiiisimos intentos de dormir, canciones a media voz mientras se me clavaban unas uñitas pequeñas alrededor de mi cuello, risas, llantos, más risas, bisuteria rota, móviles escondidos, mandos del televisor chupados.




Ana, mi reina, hemos compartido secretos, planes, penas, charlas sobre chicos, libros, oraciones, paseos por el bosque, películas de miedo y muchas moras, muchas moras.



Lo peor: casi incomunicada completamente de mi hija mayor, !Qué ganas tenía de hablar con ella!, los días se han hecho muy largos, pero nada más llegar a casa nos pusimos al corriente: cuatro horas seguidas hablando por telefono, eso fué ayer, y hoy ya he tenido mi dosis de casi dos horas. !Qué descanso! !Qué tranquilidad!.

Aparte, dos o tres días con mi dichoso lumbago, el pobre, como está tan apegado a mí, pues también quiso acompañarme en mis vacaciones.

Lo mejor: Disfrutar de mi hija y mis dos nietas, hacer leche merengada y mermelada de moras,
Sentir a mi nieta balbucear las primeras palabras amama, papa y...... una vez dijo YAYA, no sabéis cómo me puse de tonta.


No hay comentarios: